¿Has sentido el latido de tu corazón cuando sabes que algo te emociona auténticamente?, ¿Qué tan frecuente has tenido está sensación que eriza tu piel y nubla tu mente? y ¿Qué guía tu vida, la razón o el corazón?
Sabías que, el corazón envía más información al cerebro de la que recibe, influyendo así en las emociones, los recuerdos, la resolución de problemas y las funciones cognitivas de alto nivel. El corazón incluso es capaz de inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias, cualidad exclusiva y única que de hecho ningún otro órgano del cuerpo la tiene.
Entonces, podríamos decir que nuestro corazón tiene un rol mucho más grandioso de lo que asumimos, puesto que es nuestro verdadero guía, y ¡Sí¡, me refiero al YO SUPERIOR que tiene la sabiduría para guiarnos en nuestro camino, cuando sentimos una corazonada si algo no anda bien. El corazón influye extraordinariamente sobre toda la información que es captada por nuestro cerebro.
El famoso neurocientífico Dr. Joe Dispenza (serie “Rewired”), asegura que, desde las culturas antiguas hasta hoy, el corazón ha sido concebido como un símbolo de salud, sabiduría e intuición. Esto es porque cuando estamos conectados a nuestro corazón, fluimos amorosamente haciendo a un lado nuestro ego.
En la cosmovisión de las culturas indígenas, utilizaron la Ceremonia del Cacao como una medicina ancestral del alma, ya que la semilla del cacao fue un regalo que los Dioses eligieron por sus propiedades sanadoras que expanden la energía del corazón, fuente del amor incondicional, infinito y divino. De hecho, se dice que era utilizado en algunos rituales, por ejemplo, cuando existía algún conflicto entre las personas se les invitaba especialmente a tomar la bebida del cacao para encontrar de manera pacífica y beneficiosa un acuerdo.
Cuenta la leyenda que Quetzalcóatl (dios que simboliza la vida, la luz, la sabiduría, la fertilidad, el conocimiento y considerado patrón de los vientos y del día) regaló el árbol del cacao a los hombres como recompensa al amor y la fidelidad de su esposa, quien prefirió sacrificar su vida antes de revelar el lugar en el que estaba escondido el tesoro de la ciudad. Al morir la princesa, su sangre fertilizó la tierra para dar vida al árbol del cacao, en ese entonces nombrado cacahuaquahitl.
Y de acuerdo con el Popol Vuh, el cacao era uno de los cuatro árboles cósmicos situados en los rumbos del universo y tenía una asociación esencial con la planta sagrada por excelencia de Mesoamérica: el maíz.
La energía del amor es universal, es la frecuencia más alta a la que podemos aspirar porque es nuestra esencia, así que deberíamos dejarnos guiar más por el corazón que por la razón (EGO). De lo contrario, surge una desarmonía en nuestra vida que normalmente se ve reflejada en enfermedades a nivel físico, emocional y mental.
Es fundamental comprender el papel del corazón en los seres humanos, porque los sentimientos elevados como el amor, compasión, gratitud, alegría, unidad, etc., nos hacen sentir completos, conectados y unidos.
EL CORAZÓN VA MÁS ALLÁ DE LO EVIDENTE
De acuerdo con estudios elaborados por el Instituto Heartmath, el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, incluso es 5 mil veces más intenso que el del cerebro. Y puede extenderse varios metros alrededor del cuerpo, lo cual hace que nuestro latido del corazón puede ser detectado por el cerebro y el corazón de las personas que nos rodean.
El Dr. Joe Dispenza ha investigado de manera exhaustiva y profunda, como con la intención o el pensamiento actuando como la carga eléctrica, y el sentimiento o la emoción actuando como una carga magnética, cambiamos nuestra energía, y cuando esto sucede, cambiamos nuestra vida.
Por ejemplo, si una persona que ha vivido experiencias traumáticas y negativas reprime esas emociones por el dolor que le recuerda (pensamiento), poco a poco bloqueará su cuarto chakra del corazón al punto de cerrarlo si no trabaja en su propia compasión y amor, a través de la autoobservación. Estar atento a nuestras pensamientos y emociones sin juzgarlos no es fácil porque es flotar sin rumbo aparente en el mar de la vulnerabilidad, pero al parecer es la respuesta para cambiar nuestra perspectiva de la vida y patrones de conducta.
Mantener y sostener estados emocionales elevados (amor, compasión, gratitud, alegría, unidad, bondad, libertad, etc.) independientemente de las condiciones externas, puede conectarnos aún más con nuestra intuición y ayudarnos a comprender a los demás, así como a nosotros mismos. Es así como podemos prevenir nuestros patrones de conducta negativos que ocurren en nuestra vida, y actuar en coherencia con nuestro corazón.
Cuando nuestro corazón está abierto, somos más intuitivos, más pacientes, más conectados, más presentes, más indulgentes y más sabios. Centrarnos en el corazón, es el camino al crecimiento personal y colectivo. En lo personal, te recomiendo ampliamente participar en una Ceremonia del Cacao puesto que es un viaje delicado y amoroso hacia nuestro interior, en el que solo hay aceptación de quien realmente somos, sin juicios ni miedos.
Por eso el cacao, es la medicina del universo que nos ayuda a sanar, a un nivel multidimensional para beneficios de nuestros ancestros, así como de las siguientes generaciones.
Aquí te comparto la experiencia de una de las hermosas mujeres con quien disfrute la “Ceremonia del Cacao”:
“Para mí el espíritu del cacao es una medicina muy amorosa y sutil que te revela e inspira a relacionarte desde el amor y a conectar con las personas desde lo más profundo de tu ser. Te muestra tu lado obscuro, te hace consciente de él para poder transformarlo y florecer. Te reconforta y te abraza”
Si te interesa saber un poco más de la Ceremonia del Cacao, te invito a ver la plática con Verónica Sarmiento que es mujer medicina experta en este tema.
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